La gastronomía andorrana toma la calle con el Andorra Taste Popular

Andorranos y turistas han hecho suyos los entornos del Prat del Roure (Escaldes-Engordany) plato y copa en mano. Nadie ha querido perderse la oferta gastronómica y lúdica que durante todo el fin de semana se llevará a cabo en el marco de la feria Andorra Taste Popular. 

Ya desde antes de las 12:00h (hora oficial de apertura del recinto) varios curiosos, pero también muchos conocedores de esta especial fiesta de la gastronomía andorrana, esperaban acercarse a las casetas en las que una veintena de restauradores locales ofrecen degustaciones a precios populares. Una oferta gastronómica que se complementa con un espacio de showcooking en el que se imparten sesiones magistrales de cocina, así como catas. Incluso los más pequeños participan de todo ello con un espacio especial en el que se les ofrecen talleres de cocina con recetas de inspiración andorrana. 
“La gente está respondiendo muy bien. Así da gusto trabajar”, afirmaba Roger Biosca, del restaurante L’Isard (Andorra La Vella). La verdad es que las colas eran notables, pero el buen tiempo y el ambiente reinante las hacía llevaderas. Nada interfería, pues, en la espera para llegar a alguna de las suculentas tapas que los chefs se afanaban en preparar, ya fueran un exótico bao ji de carne de cerdo (Kao Soldeu) o un tradicional canelón con setas y ratassia (Bruna). 

   
Mucho éxito han cosechado durante toda la jornada las propuestas con aire italiano, por las que han optado la nueva aventura de Nandu Jubany en Andorra (Hincha) con su particular pizza carbonara; el restaurante Sottovoce y sus tagliatelle con boletus, pecorino trufado, foie poêlé y magret de pato, o el emblemático Celler d’en Toni, que ha optado por unos gnocchi a la crema con trufa de verano. A la zaga les iban el resto de propuestas que se han maridado con vinos o cerveza Damm durante toda la jornada.  

El día acompañaba. Por eso, eran muchos los que lo alargaban con un café Coma o un dulce de Youcake, Sauleda by Julia Onix o La Pâtisserie mientras lo disfrutaban bajo los parasoles o tomando el sol en el césped al ritmo de las actuaciones musicales en directo que han amenizado toda la jornada. “Es un día de fiesta para todos. Cocineros y ciudadanos”, resumía Carles Flinch (Can Manel).

Pero no sólo se ha comido, bebido y disfrutado del día, sino que también ha habido tiempo además para aprender. Sobre productos artesanos autóctonos, sobre vinos y cervezas con catas especializadas y con varios talleres de cocina impartidos por cocineros de Andorra. Las colas para acceder al aula de showcookings no tenían nada que envidiar a las de los puestos de restauración.  Señal de que algo se mueve en Andorra, que tanto cocineros como comensales están creciendo gastronómicamente. Se augura ya una tercera edición del Andorra Taste Popular.